jueves, 31 de mayo de 2012

D.E.P.HORA 25

       Apenas hace 5 años que disfrutamos de ella y ya tan joven y vivaz se nos ha ido (¿para siempre? o hasta que la prima de riesgo se estabilice). Era lo mejor de la semana, la más codiciada y apreciada (Dios nos libre de las alabanzas) por todos los maestros y maestras de Primaria y profesorado de Secundaria   de esta nuestra Comunidad autónoma que no terminamos de digerir desde muchas provincias y exponencialmente en el viejo Reino de León.
      Para los que no sepan que la H25 es algo más que un programa de radio os cuento su origen: Todo comenzó con un acuerdo firmado un 19 de mayo de 2006 ORDEN EDU 862 / 2006 de 23 de mayo que Sindicatos y Administración Autonómica nos vendieron y compramos gustosamente como una mejora de las condiciones laborales del personal docente de centros públicos (los privados y concertados, excluidos). Y tal acuerdo supuso la reducción efectiva de una hora lectiva (hora de trabajo directo con los alumnos) y otra de permanencia en el centro (sin alumnado). Es decir, a partir del curso 2007-2008 el horario semanal de un maestro de primaria pasaba a ser de 24 horas lectivas y 4 de “obligada” permanencia en el centro: como somos maestros: 24+4=28 horas de trabajo semanal.
Te recordaremos siempre
La crisis se comerá avances sociales de varios años
      Es la hora que en este punto de la reflexión, muchos trabajadores  ajenos a la enseñanza nos increpen diciendo que 24 horas las “hago yo muchas semanas en 2 días”. Y es y será cierto, e incluso cobren menos (casi seguro) pero como el que escribe es maestro… Yo y muchos colegas o mejor dicho, muchos colegas y yo respondemos a las criticas de horarios y vacaciones  señalando a la Universidad, porque maestro puede ser cualquiera que se matricule, apruebe la carrera y supere una oposición muy complicada y de dificultad máxima frente a un tribunal
       ¡A lo que estamos! que me desvío de la reflexión.
   Y escudados o no en la crisis nos hemos dado de bruces con las medidas de racionalización del gasto y volvemos (que no retrocedemos) a horarios y jornadas del curso 2006/2007. Es decir 37,5 horas semanales distribuidas en 25 lectivas, 5 de permanencia en el centro y el resto se supone de corrección y preparación. 
      Durante 5 cursos los maestros disfrutamos individualmente de esta reducción horaria que  sufrieron globalmente los colegios. Y no me he equivocado diciendo sufrieron. Y aquí empieza la disyuntiva entre maestro y director, entre funcionario y Administración.
Hoy a las 13:00 horas finaliza la última H25. Los que tengáis la suerte de tenerla los jueves a última hora debéis disfrutarla triplemente: "por mi y por todos mis compañeros" 
El bueno siempre es el maestro
      Tres de los cinco años disfruté de la H25 siempre. Recuerdo un año la tuve el viernes a última hora y eso significaba que mi fin de semana terminaba una hora antes que la de la mayoría de mis compañeros y también que me perdía tomar el vino con algunos de los compañeros y charlar un poquito de todo y de nada.
      Recuerdo la H25 como algo útil y necesario, servía para ir a tramitar papeleo, ir al banco o a la compra o relajarse en un bar o en la sala de profesores o aprovechar a corregir controles y cuadernos o preparar las clases porque no solo era relajarse y romper la monotonía diaria... ¡Era de libre disposición! Cada uno hacía lo que le convenía y no necesitábamos pedir permiso al Equipo Directivo para realizar pequeños recados con o sin importancia que exigía salir del centro en horario de trabajo.
El papel de malo para el ED
      Nunca pensé de maestro que nuestra H25 supusiera algún problema para alguien. Pero en estos dos cursos como director de un centro tan grande como el @CeipAV he experimentado los privilegios e inconvenientes organizativos de la aplicación de la H25.
Los horarios se complican sobremanera, se crean diferencias entre compañeros porque no es lo mismo un periodo que otro y en centros grandes es difícil realizar compensaciones y son pequeños problemillas que se van enquistando.
    Se pierden horas de apoyos para los alumnos (sobre todo en Educación Infantil) o de coordinaciones para el centro porque la implantación de esta orden no supuso el aumento de plantillas (veremos en breve si lo contrario supone reducción de personal; personalmente confío que no).
     Se da mala imagen ante las familias al estar fuera del centro educativo en horario escolar y en muchas ocasiones por desconocimiento se critica al maestro sin saber que es un derecho del trabajador docente.
   Las sustituciones son más frecuentes entre todo el profesorado porque se dispone de menos efectivos para repartir.
La HORA 25 en números:
La supresión de la H25 y la de 1 hora de permanencia supone trabajar un 7% más cada semana.
Significa trabajar el próximo curso 72 horas más ( 36 lectivas y 36 de permanencia). Un total de 12 días.
Si no hay reducción de plantilla la supresión de la H25 significará 1 maestro más por cada 25, es decir, en un colegio como en @CeipAV podremos contar con las horas correspondientes a dos compañeros más. (esto significa más recursos y mayor calidad)
Conclusiones varias:
1.- La supresión de la H25 no supone un trauma para el profesorado porque todos estamos de acuerdo en que en tiempos de crisis preferimos trabajar un 7€ más y cobrar lo mismo que trabajar lo mismo y cobrar un 7% menos.
2.- Facilita el trabajo de los Equipos Directivos (Jefatura de Estudios) en particular y del Claustro en general al contar con más "recursos personales" mismas personas, más horas.
3.- Por rebote de todo esto, el alumnado se beneficiará de tener más atención y disponibilidad por parte de los centros educativos
4.- La Administración podrá ahorrarse dinero en sustituciones, interinos e incluso justificación para recortes de personal que beneficiará la caja pero perjudica la calidad.
5.- Si las "cosas económicas" no van bien y se nos pide un esfuerzo, ¿porque no se hace extensivo a toda la población? y no sólo a los funcionarios en general y en este caso que nos ocupa al docente de Castilla y León en concreto.
Reflexión última
       En dos cursos como director  de uno de los mayores colegios de Primaria de España  y alguno más como maestro me he dado cuenta que siempre podemos dar mucho más de lo que nos piden, independientemente de quien sea el que pide y en la mayoría de los casos no damos lo mejor de nosotros mismos porque no hay incentivo en la función pública ni profesional ni económico y que cumplimos el expediente y buscamos la normalidad: sin excederse ni sobrepasarse. Trabajamos poco y con normas adquiridas válidas hace 40 años y que hoy sirven para pocos pero no para la generalidad. Se convocan tres huelgas en dos cursos que no han servido para nada (personalmente me ha servido para mucho). Participamos en elecciones que no han evolucionado nada desde las primeras de la democracia, hay concejales debajo de las piedras en ayuntamientos minúsculos que se meten a banqueros, liberados sindicales en cada esquina, políticos irresponsables y sin responsabilidad en todas partes, duplicidad o triplicidad Administrativa que baila al son que marca Dª Angela desde Germany (como hace poco sufrimos Eurovisión...),  ´cienes y cienes´ de parados cada día, calendarios escolares de otros siglos que flirtean con la luna llena de Pascua  de Resurrección y sobre todo desilusión, mucha desilusión y pesimismo. Menos mál que tenemos la Eurocopa y después los Juegos Olímpicos y si antes gana Nadal el 7º Roland Garros...  #evoluciónYA
La primera regla que debemos aplicarnos los españolitos que contamos con un empleo para salir de la crisis es "trabajar más" para generaremos más riqueza y futuro empleo.
El éxtasis final
"Aquí todos van a lo suyo, excepto yo que voy a lo mio".
Deberes
Escuchar esta canción de Jarabe de Palo y reflexionar un poquito.

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