martes, 29 de marzo de 2016

¡Mi arma, Sevilla lo más grande!

Mi arma, lo más grande es la catedral y en especial la Giralda. Subes a lo más alto y desde arriba dominas el mundo y las estrellas.
Lo más grande se Sevilla es el maestro Curro Romero. Nada hay mejor que un capotazo torero.
Lo más grande de Sevilla es el campo de fútbol mejor del mundo: el Sánchez Pizjuán.
Lo más grande es la Torre del Oro, pequeña y grande a la vez, esbelta y gordita.
Lo más grande es un paseito en barca por el río Guadalquivir, se te iluminan las entrañas.
Lo más grande de Sevilla es La Macarena. No hay virgen más guapa ni en la tierra ni el mar.
Don Manuel Ruiz de Lopera, es lo más grande de Sevilla. Pocos han hecho lo que don Manuel por Sevilla.
Lo mejor de Sevilla es un gazpachito fresquito en pleno verano. Revive hasta los muertos.
Lo más grande de Sevilla es el majestuoso olor a azahar en cada rincón y cada rincón.
Lo mas grande de Sevilla es el Betis, mi arma. No hay club de fútbol como el Betis.
Lo más grande de Sevilla es la Maestranza. Una tarde de toros a la sombra calurosa sevillana.
Lo más grande de Sevilla es el encendido de la feria de abril. Se te ilumina el alma por tres veces.
Lo más grande de Sevilla es el Cristo del Gran Poder. Nada es más grande y poderoso.
Lo más grande de Sevilla es Triana. Unas gambitas junto a un sorbito de manzanilla...
Lo más grande de Sevilla es el parque María Luisa. Pasear y sentarse por igual y respirar su aire fresco.
Lo más grande de Sevilla es un buen rebujito a la sombra del naranjo.
Lo más grande de Sevilla es  la Semana Santa, la pasión, la alegría y el fervor de sus gentes.
Lo más grande de Sevilla son Los Morancos, unas risas junto a ellos es lo mejor.
Lo más grande de Sevilla es bailar por bulerías en un tablao flamenco hasta el amanecer.
Lo más grande de Sevilla son las mujeres sevillanas, no hay morenas más exquisitas y elegantes.
Lo más grande de Sevilla es un paseito en un coche de caballos bajo la luz de la luna.
Lo más grande de Sevilla son los Reales Alcázares, hermosura, frescura e historia entre sus muros.
Lo más grande de Sevilla es su gente, risas, cachondeo y fiesta hasta que te hartes.
Lo más grande de Sevilla es el puente de Triana. No existe fin de viaje mejor a ambos lados.
Lo más grande de Sevilla son Los del Río. Un bailecito al mejor ritmo.
Lo más grande de Sevilla es el pescaito frito en cualquier época del año y en cualquier tasca.

Río Guadalquivir
Real Alcázar 
Panorámica Sevilla desde la Torre del Oro.

domingo, 6 de marzo de 2016

¿Acoso escolar o acoso entre escolares?

Web convivencia educacyl
Posiblemente sea este uno de los temas más sensibles y espinosos que planean en nuestras escuelas e institutos. Sus consecuencias son imprevisibles ya que estamos hablando de niños y adolescentes. Todos hemos visto y oído en los medios de comunicación como hay alumnos que ponen fin a su vida por no soportar la presión a la que se encuentran sometidos. En el ámbito escolar, la convivencia se erige como una de las mayores preocupaciones del profesorado y las familias y exige una respuesta adecuada, proporcional y rápida por parte de todos los miembros de la comunidad educativa. Y esta comunidad la forman profesores, alumnos y sus familias. Todos han de luchar conjuntamente contra al acoso escolar. Poco se podrá hacer si las familias de los presuntamente acosados y acosadores no colaboran con el centro educativo y su alumnado.
En la mayoría de los casos de acoso escolar concurren dos circunstancias antagónicas:
Por un lado, la dificultad que tiene el profesorado para detectar acciones o actitudes en sus alumnos que le lleven a identificar indicios de acoso. Y por otro lado, las familias identifican cualquier indicio como acoso escolar hacia su hijo o hija. Es decir, al profesorado casi nada le parece lo suficientemente importante como para hablar de acoso entre sus alumnos y a las familias casi todo le parece lo suficientemente importante para hablar de acoso entre sus hijos. Y a menudo nos olvidamos de lo más importante: el derecho de los alumnos a ser respetados y protegidos especialmente en el ámbito escolar y este supra derecho escolar e infantil engloba al alumno acosado como el acosador o acosadores.
La mayor dificultad del acoso escolar es identificarlo. Qué acciones y hechos nos llevan a calificar que un alumno se enfrenta a acoso escolar por parte de uno o varios compañeros. La Junta de Castilla y León define el acoso escolar como “la situación de intimidación entre alumnos en la que la víctima sufre por parte de los agresores daños físicos y/o psicológicos, los cuales se caracterizan por la intencionalidad y reiteración en el tiempo. Podemos observar en esta definición de acoso escolar las dos claves definitorias de acoso: intencionalidad y sobre todo reiteración en el tiempo pasado y presente.
Años atrás, el acoso escolar se situaba en exclusiva en los centros educativos durante las cinco o seis horas en la que los alumnos compartían espacios. En la actualidad, con la utilización de aparatos digitales en la que siempre están conectados e interactúan en las redes sociales, un alumno puede sufrir acoso las 24 horas del día y los siete días de la semana. Deberíamos hablar de acoso entre escolares ya que cada vez es más frecuente situaciones de acoso fuera del horario escolar. Y esto es lo que exalta al acoso a uno de los mayores problemas escolares y sociales e implementa la gravedad a límites hasta ahora desconocidos.
Y cuando se identifica un caso de acoso escolar: ¿Qué hacemos, qué debemos hacer? Más allá de los protocolos que colegios e institutos tengan establecidos, hay una medicina infalible que soluciona rápida y eficazmente cualquier situación de acoso: la empatía. Profesores que se ponen en el lugar de padres y madres con hijos acosados y/o acosadores; alumnos acosadores que se ponen en el lugar del alumno que sufre acoso; y padres y madres que se ponen en la piel de la otra familia. La empatía es la única medicina capaz de solucionar la mayoría de los casos de acoso escolar y social. El problema surge cuando una de las partes (especialmente el agresor) no quiere o no es capaz de ponerse en la situación del otro. Y esto cada vez es más frecuente debido a la súper protección familiar y escolar que los niños gozan de instituciones y familias.